Recienteme me ha llegado una corta historia al correo electrónico que me gustaría compartir con vosotros.
Dice asi...
"Es agosto, una pequeña ciudad de costa ..., en plena temporada; cae una lluvia torencial desde hace varios días, la ciudad parece desierta. Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación. Pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su turno éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.
El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!"
miércoles, 13 de mayo de 2009
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4 comentarios:
Es buenísimo, ¡qué paradoja!, me he imaginado la escena en mi cabeza, y creo que hasta daría para hacer un "corto" de esos que te hacen pensar, ¡qué gracia!
el hotelero perdio los 100 mangos porque ya no cuanta en sus activos la deuda de la chica
Correcto el hotelero perdio 100 por que ya no le debe la chica!
El hotelero no cuenta en sus activos con la deuda de la chica, pero el hotelero ya no debe los 100que debia.
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